Entonces, ¿cómo empezó todo esto?

Crecí alrededor del arte con el negocio de muebles pintados a mano de mi mamá. Pasé mucho tiempo yendo a ferias de artesanía con ella y ganando dinero de bolsillo ayudándola a preparar pequeñas piezas para pintar o ayudando a mi papá en su taller lijando las piezas y armándolas. 

Pero en realidad no empecé a pintar yo misma hasta mucho más tarde, cuando el universo jugó su mano y me convertí en una mamá de estancia durante los primeros años después de mi segundo bebé Leo. Lo que empezó como un espacio de autoexpresión se convirtió en un negocio. Pero en realidad, esto es mucho más que eso para mí.

Después de 38 años en este maravilloso planeta encontré mi pasión.

Y lo encontré viviendo en Puerto Vallarta, México. Con 10 años y contando, debo todo lo que he logrado y que me ha inspirado a la oportunidad de vivir en este lugar tan mágico. 

El proceso desde el papel de algodón en blanco hasta la pieza terminada es algo que me asombra y del que aprendo constantemente. Pinto lo que siento, y eso lleva tiempo, una gloriosa cantidad de reflexión y un montón de pensamiento.

A veces es una majestuosa toma de la vida silvestre. A veces, un salto en mi imaginación y un mundo de aventura que deseo para mis hijos. Y a veces es una instantánea de la maravilla del mundo que nos rodea.

Realmente espero que disfruten mi trabajo tanto como yo lo pinto,

Tania 💖

¡Seamos amigos del correo electrónico!

No envío correos electrónicos a menudo, pero cuando lo hago es BUENO.